Si le sumás al viaje un par de días, la ganancia es enorme. La ruta 12 te llevará  hasta Eldorado, donde desviarás hacia Brasil. Pues bien: antes de llegar, cerca aún de Posadas, están las ruinas de San Ignacio. Y poco más de una hora después encontrás Montecarlo, la capital nacional de las orquídeas. Si apostás a “salirte deL camino”, 50 km más adelante, en Wanda, podrás visitar minas de piedras semipreciosas. Y, después de pasar la noche en Puerto Iguazú, dedicarle un día a aventurarte en la selva hasta llegar a la increíble Garganta del Diablo 

Minas de Wanda: Piedras semipreciosas Fueron descubiertas accidentalmente por una mujer que se cortó con una piedra en el arroyo donde lavaba ropa. Años más tarde se comprobó que atesoran sobre todo amatistas, pero también topacios, ágatas, jaspes y cristales de roca. Son varios establecimientos; pueden visitarse de 8 a 18.30.

Cataratas del Iguazú: Todo el parque es una gloria, y en parte puede recorrerse en tren, mientras mariposas y coatíes van de árbol en árbol. Pero no podés perderte la pasarela que te lleva sobre las aguas hasta el borde de la Garganta del Diablo, el mayor de los saltos (70 m) por el que se desbordan 42 millones de litros de agua por segundo en medio de un estruendo atronador.

Ruinas de San Ignacio Miní: Es la misión mejor conservada en territorio argentino. Hacia mediados del siglo XVIII contaba con tres mil habitantes, y se desarrollaba una rica actividad artesanal y cultural. Hoy funciona un museo abierto todos los días de 7 a 20. Los argentinos pagan $50 (menores de 6, gratis).

Montecarlo: capital de las orquídeas Originalmente una colonia alemana de 1920 a orillas del Paraná, posee numerosos orquidearios que pueden visitarse guiados por especialistas. Otro atractivo es el “Laberinto Vegetal”, el más grande de Sudamérica, ubicado en el parque Juan Vortish. También se practica pesca deportiva.